Crítica a

Enrique Policastro

   
"De la intrincada nomenclatura de escuelas y tendencias que conforman la inquietud de nuestra época, vamos a destacar la relevante trayectoria de uno de nuestros plásticos más austero y personal, a quien, estamos seguros, le está reservado un lugar prominente en la historia de la nueva pintura argentina. Su pintura constituye para nuestro arte un aporte conceptual de singular interés. Pintor sobrio; desde su aparición en el escenario de la plástica, reveló siempre esa tendencia moderada, respetuosa de la forma, aún cuando, su búsqueda no fue nunca de ese orden, pues, en él, es imperativo traducir, sin estricta sujeción formal, las sensaciones anímicas emanadas de su profundo sentir humano y de contextura nostálgico sentimental.
La evolución de los últimos años, ha virado hacia una visión más dramática quizás por consecuencia de los hechos que azotan al mundo y que sin duda han incidido en su sentir alcanzando una profunda exaltación lírica, que en algunos casos, su dialogar linda en lo alucinado y desgarrante. Sus temas y elementos cornpositivos son simples, parcos, descarnados, lo suficiente para expresar en voz baja lo que a su entender tiene significado emotivo.

A diferencia de muchos pintores actuales, Policastro ha logrado, con austero propósito, soslayar la aparente gracia formal de factura retórica, renunciando a los efectismos técnicos, al color festivo que le habrían procurado un éxito menos costoso y más productivo. Pero, su elevado sentido artístico impregnado de acendrado sentimiento humano lo han apartado e inmunizado de todo cuanto no concurriera a expresar con profético acento el resumen emotivo de su mensaje bueno.

Por los espacios imaginativos en que deambula la intuición sensitiva de este artista puede llegarse a la bifurcación de los elementos esenciales que configuran una verdadera pintura argentina: exaltada imaginación y sentir tamizado de lo real, que por otra parte, son los eternos y permanentes valores de todo auténtico arte. Su pintura constituye un aporte de singular interés en la formación de un arte de identificación argentina. Es de nuestros pintores uno de los que, más ha contribuido a difundir temas y aspectos que, sin ser copia caligráfica de nuestro campo, ha logrado, en esencia, sugestión y enigma ,dar, sin extrañas interferencias, un acento de inspiración local inconfundible.

Policastro pertenece al pequeño núcleo que aquí aspira a crear un arte puro, despojado de toda preocupación sorpresiva y de especulaciones subalternas. El aspira a un arte de saturado humanismo, a un arte severo e incontaminado, que le permita traducir la dimensión de su sentir, sin enclaustrarse en recetarios y sin apetencias deslumbradoras.

Su máxima aspiración es exaltar su entrañable amor a las humildes cosas, a la tierra y a sus elementos tributarios más esenciales: el hombre, el árbol, el agua; configuración de su mundo poético, a cuyo lenguaje responden como un eco imágenes inasibles de sugerente y patética desolación. Su acendrado amor al suelo, el aquilatado intimismo de su decir le han permitido alcanzar el meridiano de una personalidad poco común y lo sitúan entre los valores más auténticos de la plástica argentina y el de mayores posibilidades para remontarse a más amplias latitudes."

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